Actividades de estimulación temprana para niños de 45 días a 3 meses

27 Jul 2020

En este post abordaré actividades de estimulación temprana para realizar con niños desde los 45 días de nacido hasta los 3 meses de vida…

Los aprendizajes del niño no solo deben orientarse a lograr respuestas motoras o cognitivas, sino también brindándoles un ambiente afectivo y estimulante, para lograr en él un fuerte impacto en su desarrollo emocional, que lo protegerá del estrés, le brindará alegría y seguridad”

Si te perdiste el post anterior, aquí dejo el link dedicado a Cómo crear un tapón de cerumen en nuestros oídos

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A tener en consideración antes de realizar las actividades de estimulación

Antes de hacer estas actividades deben tener en consideración primero el momento de realizarlas, ya que el niño pudiese no encontrarse con disposición, por estar de mal humor, enfermo, cansado, etc.

Por lo mismo, el ambiente en el cual se realizará debe ser óptimo para el niño, es decir, con una buena temperatura, agradable y cómodo para este.

Además, debemos considerar que el tiempo de actividades de estimulación no debe ser prolongado, máximo de 45 minutos a 1 hora.

Pero siempre debe tener en cuenta que cada niño es distinto, por lo tanto, la actividad podría durar menos de ese tiempo.

Y es fundamental, que recuerde que cada niño tiene su ritmo de aprendizaje, por lo tanto no debe sobreestimularlo.

Por último, refuerce positivamente al niño cuando realice logros, para que así este identifique las actividades como gratificantes.

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Actividades de estimulación para niños de 45 días a 3 meses

Las siguientes actividades las he incluido en este post a modo de ejemplo para ser realizadas por los padres o cuidadores:

Recueste al niño boca abajo y acaríciele la espalda para que enderece la cabeza y el tronco.
Acueste al niño boca arriba, ofrézcale sus dedos pulgares para que se agarre, sujételo firmemente y levántelo un poco.
Recueste al niño boca arriba y propicie que vuelva la cabeza a un lado al rozarle la mejilla con la mano.
Levante las piernas del niño, juntas y extendidas, regréselas a su lugar, haga lo mismo con una y otra pierna.
Coloque al niño de lado, provocando “que ruede” y que quede boca arriba o boca abajo; ayúdelo a que ruede.

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Recueste al niño boca arriba y cuelgue sobre su cama o cuna: muñecos, pelotas, sonajas, etc…, para que fije la vista en ellos cuando quiera.
Acueste al niño boca arriba y mueva una sonaja o cascabel a un lado y otro, para que busque el sonido al escucharlo.
Hable de frente al niño cerca de uno y otro oído y desde atrás para que voltee.
Ofrezca al niño juguetes que produzcan ruido.
Entréguele al niño cualquier objeto limpio que pueda chupar y deje que se lo lleve a la boca, luego intente quitárselo para que lo sujete con fuerza.

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Acueste al niño boca abajo, deje un objeto rozándole las puntas de los dedos de las manos, anímelo a que lo agarre.
Cerca del niño realice diferentes sonidos como: aplaudir, silbar, etc, haciendo pausas entre cada uno de ellos.
Acaricie la cara del niño para que sonría y sonría con él.
Cuando el niño vocalice, murmure o haga balbuceos sonríale y háblele.
Ponga al niño frente a usted y llámelo por su nombre, cuando vuelva la cabeza hacia usted festéjelo.

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Cargue al niño y cántele haciendo gestos para él lo mire a la cara.
Juegue con el niño haciéndolo un poco de costillas.
Deje que el niño vea su reflejo en el espejo.
Deje que el niño mire el paisaje, la calle, los animales mientras usted lo carga.
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